Marca la diferencia.
- Sé proactivo. Con una actitud contemplativa o pasiva no se soluciona nada.
- Conoce a fondo tus herramientas. Las herramientas de trabajo no hay que saber usarlas: hay que dominarlas.
- Evalúa tu trabajo. Has de detectar si un cambio beneficia o perjudica tu productividad y por tanto tu rentabilidad.
- Disfruta de tu trabajo. La monotonía y el tedio son grandes enemigos de nuestra productividad y nuestra salud.
- Cuida los detalles. Ciertos aspectos marcan la calidad de un trabajo bien hecho.
En el boletín de esta semana os hemos ofrecido una cuarta entrega de nuestros consejos para mejorar la productividad. No hemos descubierto las Américas ni dicho nada que nadie sepa. Sin embargo son pequeños consejos que muchas veces olvidamos o no tenemos en cuenta.
COMENTARIOS RECIENTES