Cuando un cliente compra un producto o recibe un servicio, pero no llega a ser lo que esperaba, el cliente queda insatisfecho y será muy difícil que vuelva a comprar o vuelva a entrar en tu negocio, además, es muy posible que el boca a boca no sea muy positivo para los que podrían ser futuros clientes tuyos.
Al revés ocurre, cuando cumplimos con las expectativas de nuestro cliente y este queda satisfecho, volverá a comprar y seguro que hablará bien de nuestra marca/servicio, con sus amigos. Debemos de tener en cuenta que si cumplimos con las expectativas que el cliente esperaba, entonces hemos conseguido fidelizarlo y volverá a hacer uso de nuestro producto.
Debemos de tener en cuenta que hoy en día las marcas están experimentando un giro en torno al cliente. Su preocupación por conocerles va en aumento y todo por querer alcanzar la plena satisfacción.
Claves para alcanzar la plena satisfacción de los clientes.
- Ofrecer un buen producto y de calidad. No debemos recortar en temas de la calidad de los materiales y en diseños poco atractivos. Tenemos que ofrecer un producto que sea resistente y que satisfaga las necesidades de nuestro cliente.
- El trato con el cliente ha de ser excepcional. La gran mayoría de los clientes valora principalmente que la marca les aporte un servicio de atención al cliente de calidad. Este es un factor que prima por encima de otros aspectos tan relevantes como puede ser el precio.
- Debemos de trabajar para proporcionar experiencias memorables. Las experiencias serán memorables si contienen un componente emocional. Debemos conectar con el cliente apelando a su lado más sensible, para que esto se traduzca en fidelidad, que es el atributo más codiciado y valioso de un cliente.
- Conviene siempre mantener una escucha activa y preocuparse por conocer la valoración real de los clientes sobre su experiencia. Lo peor que puede ocurrirnos como empresa es no conocer la percepción general de los clientes sobre su servicio. Es un hecho sobre el que la empresa ha de ser consciente y trabajar para obtener de primera mano las percepciones negativas con el fin de paliar sus consecuencias.
Conseguir la plena satisfacción del cliente es un reto que toda empresa ha de asumir hoy en día. Un objetivo que no es fácil de conseguir, que requiere esfuerzo y dedicación.